domingo, 18 de noviembre de 2007

CURSO DE PINTURA (PAISAJE)

CURSO DE PINTURA (PAISAJE)

En este tercer curso de óleo vamos a aprendera pintar un paisaje. Introduciremos árboles, vegetación y un poco de perspectiva, para darle al cuadro profundidad..Se van a usar colores nuevos, además de los primarios, que son los que hemos utilizado hasta ahora



Los materiales que vamos a utilizar son los siguientes:

- Pinceles números 2, 12 y 22.

- Colores: blanco, azul ultramar, amarillo titán medio, ocre amarillo, tierra sombra tostada, verde vejiga, tierra rosa transparente.

- Aguarrás, trapos y carboncillo



La perspectiva

En un camino, la perspectiva consiste en estrechar mucho el final y ensanchar la zona más cercana a nosotros, como puede verse en este cuadro. La zona de la tierra a la izquierda del cuadro es estrecha y a la derecha verás que es muy ancha: hemos conseguido proporcionar lejanía y profundidad a nuestro paisaje.


Vamos a empezar a pintar un pequeño paisaje con árboles, caminos y un prado.


Comenzamos el cuadro dibujando la línea del horizonte, con una varita de carboncillo, como hemos aprendido en el curso 1 de óleo.


Vamos a empezar a pintar un pequeño paisaje con árboles, caminos y un prado.

Comenzamos el cuadro dibujando la línea del horizonte, con una varita de carboncillo, como hemos aprendido en el curso 1 de óleo.

Con el carboncillo paralelo al lienzo, sombreamos el centro del camino manteniendo la perspectiva (cuanto más cercana a la línea del horizonte más fina ha de ser la sombra, ensanchándose a medida que nos alejamos de la línea del horizonte.

Delante de la circunferencia dibujada anteriormente hemos trazado un árbol. A la derecha hemos dibujado un matorral. En medio hemos marcado con líneas difusas lo que será un abeto.


He marcado un árbol con un círculo, para luego ir dibujándolo.
Una vez acabado el dibujo, no podemos olvidar afianzar el carboncillo al lienzo, con un pincel humedecido en aguarrás, para, de esta forma, no perder las líneas ya trazadas.
Recomiendo dar un repaso a los cursos anteriores, para recordar lo aprendido (óleo 1 y óleo 2).

Este cielo no tiene apenas nubes, está despejado. Para evitar que el cielo quede plano se darán trazos con tonos de azul distintos, eliminando la posibilidad de un efecto de monotonía en el color.
Con la sobra del cielo hacemos dos mezclas:

1. Color del cielo y un poco de tierra sombra tostada. Con este mezcla coloreamos las montañas.

2. El mismo tono del cielo y un poco de verde vejiga. Con este color pintamos el campo que está en la parte inferior de las montañas.

Con tierra rosa transparente marcamos las líneas del camino.
Con la mezcla de cielo y verde hecha anteriormente, vamos a ir marcando zonas. Con el sentido de la pincelada vamos a ir diferenciando el camino de la pradera.
En la paleta hacemos otro color para el camino, con tierra sombra tostada y ocre.
Con la mezcla del color del camino vamos pintando. Observar que es muy importante el trazo, ya que iremos, a la vez, modelando y dibujando

Como ves aquí, tenemos situado y manchado casi todo el lienzo de distintos trazos verticales, que van a ser el prado y la hierba vertical. Con los trazos horizontales marcamos el camino.

Con el color del camino mezclado con un poco de verde, obtenemos un color con el cual daremos profundidad al campo y pondremos unos trazos a pie de montaña para dar sombras a la montaña.

La fila de hierba situada al lado del camino derecho se sombrear con el mismo tono de abajo hacia arriba, mezclandose con el verde.

Con el mismo color y con trazos horizontales marcamos el camino derecho.
Terminamos de manchar el lienzo. Finalizamos el camino izquierdo con el mismo color del derecho, pero contrazos distintos

Con verde y tierra sombra tostada hacemos el color verde oscuro, que usaremos para la copa del árbol del fondo, la cual vamos pintando y modelando a la vez.
Ahora con verde vejiga vamos a resaltar algunas zonas: la hierba entre los dos caminos se resalta con trazos verticales pequeños al fondo y mayores cuanto más nos acerquemos.

El prado de la derecha también se retoca con el verde vejiga, con trazos continuos y finos.

En el centro del prado se puede observar el matorral, que se trabajará posteriormente.
Ahora, con una mezcla de verde y ocre, pintamos el árbol pequeño, dando trazos cortos y redondeados. Los matorrales que están al pié del árbol y que siguen el camino se oscurece.

Con tierra sombra tostada marcamos el centro, dando unos toques de verde representando un poco de hierba, y el lateral del camino de la izquierda, para romper la monotonía cromática
Con verde oscuro se han dado trazos para dar sombras en esa zona
Cuando el cuadro está manchado por completo ha de dejarse secar unos días, ya que, si seguimos ahora, se pueden mezclar los colores y ensuciar el cuadro.

Con tierra sombra tostada damos trazos en el camino de la izquierda, para que simulen piedras
En esta foto puedes ver la paleta con la que estoy trabajando y los tonos citados. Entre estos está la mezcla de ocre con blanco, el siguiente que vamos a necesitar.
Con la mezcla de ocre y blanco, vamos a dar pequeñas pinceladas horizontales a los laterales del camino de la izquierda , como si fuera el paso de coches o carruajes
En los laterales del camino de la deracha añadimos tierra rosa transparente, en trazos cortos, simulando la sombra de la hierba. Usamos el pincel pequeño para los pequeños detalles
Terminamos de rellenar las zonas blancas que han podido quedar con tierra rosa transparente y tierra sombra tostada, con sombras en las raíces de los matojos verdes.

Un detalle: nunca pongas las hierbas alineadas, ya que en la naturaleza no se dan así.

Retocamos con verde vejiga y daremos pequeños toques para quietar la rectitud de los trazos verticales y darle movimiento a los matorrales.

Aquí puedes ver como hemos pintado con tierra siena tostada los troncos de los árboles, con una pincelada con el pincel fino. Al árbol pequeño de la derecha le haremos lo mismo.

Con tierra siena y tierra rosa sombreamos las copas de los árboles, primero en el pequeño y luego en el grande. En este punto te indico que debes mirar en el segundo curso de óleo de Aulafacil para recordar y volver a aplicar lo ya aprendido en este campo.

De igual forma que en el segundo curso de óleo y con el mismo color le ponemos unos pequeños toques de florecitas silvestres.

Vamos a ensanchar la zona oscura del centro con pinceladas con movimiento
Los dos arbolitos de la derecha que parecían perdidos aparecen ahora al haber dado pinceladas con tierra sombra tostada y verde, que lo hace resaltar del fondo. Hemos pintado los troncos de marrón. Con tierra siena tostado y rosa transparente hemos pintado la sombra sobre el prado. Al árbol más alejado le hemos colocado pequeños toques de sombra en la copa.

Es el momento de dejarlo secar, para que cuando quieras poner , más adelante, carga de pintura, no se mezcle con la que hay puesta. Mientras seca lo observamos y vamos viendo que nos falta y que mejorar. Estudiarlo.

Con pequeñas sombras y luces nuestro cuadro ganará en formas y volumen, ya que se forman contrastes y no quedan pinturas planas.

Hasta ahora se ha oscurecido la base de la hierba para producir sombras. Aquí mezclamos verde y blanco para aclarar, con verde claro, la hierba, con pinceladas hacia el centro. Ya el cuadro está casi acabado, sólo le daremos unos toques de contraste de claros y oscuros, para resaltar algunos detalles.
La sombra del árbol nos ha quedado muy marcada e irreal. este es el momento de rectificar. Con tierra rosa transparente difuminamos la sombra del árbol y retocamos la pradera.

A OBSERVAR EL CUADRO MIENTRAS DESCANSAMOS
Debemos de observar mucho el cuadro mientras se seca y podremos ir mejorándolo para poder seguir. Tenemos que aprender a llevarnos ratos mirando lo que hemos pintado a lo largo del día y mientras que esperamos que se seque.





BUENO; SI YA OBSERVO EL CUADRO CON DETENIMIENTO CONTINUAMOS

Con verde claro, casi blanco, resaltamos luces en la copa del árbol. Con blanco y un poco de ocre damos unas pinceladas horizontales en el camino de la izquierda. Con un pincel pequeño damos un poco de oscuridad en los bordes del camino, alternando con tierra rosa transparente.

El horizonte no se puede dejar nunca como una línea, ha de ser difuso. Con el color de la montaña y un poco de verde del prado vamos a difuminar para perder la línea, que estaba excesivamente marcada.

Haremos esto sin perder la forma de la montaña y sin cubrir todo.

Una vez acabado hemos de firmar el cuadro. esto puede parecer una tontería, pero es importante: lo hemos hecho nosotros.

Una vez acabada y firmada nuestra obra de arte hemos de limpiar y cuidar nuestro material, para que nos sirva para muchas más ocasiones.

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