martes, 20 de noviembre de 2007

FAUVISMO


Fauvismo

Protagonistas del fauvismo
El fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa duración. Se desarrolló entre 1904-1908 aproximadamente.

El Salón de Otoño de 1905 supuso la primera exhibición para el grupo. El crítico de arte Louis Vauxcelles tras contemplar las gamas cromáticas estridentes y agresivas de los trabajos expuestos les atribuyó el término "fauves", que en español significa fieras. El nombre asignado era en origen un calificativo peyorativo, como les sucedió a otros movimientos artísticos del S. XX, pero fue asumido por el público y posteriormente introducido en la historia del arte sin connotaciones despectivas.

El movimiento se fraguó en torno a Henri Matisse y sus integrantes fueron André Derain, Maurice de Vlaminick, Henri Manguin, Albert Marquet, Jean Puy y Emile Otón Friesz. En 1906 se unieron también George Braque y Raoul Dufy.

El Fauvismo no fue un movimiento conscientemente definido, careció de un manifiesto. Fue un mosaico de aportaciones en el que cada pintor acometía sus obras como una experiencia personal cargada de espontaneidad y de frescura. Les unió la actitud violenta con la que se enfrentaron a los convencionalismos de la época rechazando las reglas y los métodos racionales establecidos. Reaccionan contra el Impresionismo y contra la importancia que éstos habían dado a la luz a costa de la pérdida del color.

Los fauvistas creían que a través de los colores podían expresar sentimientos y este pensamiento condicionó su forma de pintar. No buscan la representación naturalista, sino realzar el valor del color en sí mismo. Por ello, rechazaron la paleta de tonos naturalistas empleada por los impresionistas a favor de los colores violentos para crear un mayor énfasis expresivo.

Emplearon una pincelada directa y vigorosa, con toques gruesos, sin mezclas, evitando matizar los colores. Las figuras resultan planas, lineales, encerradas en gruesas líneas de contorno. Sus creaciones respondían a un ejercicio de sintetización, buscan la máxima intensidad emocional combinada con la máxima simplificación de elementos. Por ello renuncian a la perspectiva clásica, al claroscuro y al modelado de los volúmenes. La luz tiende a desaparecer y con ella la profundidad. Sus temas son retratos, naturalezas muertas, personajes en interiores, paisajes hermosos.

Otra característica es el gusto por la estética de las estatuas y máscaras africanas. El arte de los pueblos primitivos no es imitativo, sino que plantea un evidente alejamiento de las formas naturalistas para tender a la esquematización.

Precedentes del Fauvismo
Para hablar de los orígenes tenemos que recordar a Van Gogh y a Gauguin, ya que ambos huyendo del impresionismo, tomaron una ejecución libre y personal, impulsiva y pasional, a la vez que apostaron por obras intensamente coloreadas.


Protagonistas del fauvismo

Henri Matisse (1869-1954)

Considerado el líder de los fauvistas, fue el único de ellos que no cambió su dirección. Intenta expresar sentimientos a través del uso del color y de la forma.

Su primera formación la realizó dentro de la tradición académica en el estudio de Gustave Moreau, siendo condiscípulo de Roault y Marquet. Realizó numerosas copias de los cuadros de los maestros clásicos a la vez que estudió el arte contemporáneo, sobre todo el de los impresionistas, comenzando su propia experimentación.

La verdadera liberación artística de Matisse, referida al uso del color como configurador de las formas y planos espaciales, se produjo bajo la influencia de Van Gogh y Gaugain. También adoptó la técnica puntillista de Signac, pero la modificó aplicando pinceladas más amplias. En La alegría de vivir (1905-1906) resume su aprendizaje inicial de los cuadros clásicos, de Gaugain, de las estampas japonesas y de los iconos persas y bizantinos. Será la obra clave de su carrera. Es una escena fruto de su imaginación, totalmente subjetiva. Utilizó el tema de las bañistas y las odaliscas orientales y las traspasa a un ambiente occidental. Definió los espacios mediante amplias áreas de colores sin matizar, estructurados por medio de las líneas de los cuerpos, que dirigen la vista del espectador y marcan el ritmo de la composición.

La construcción con el color y la simplificación formal dominaban sus cuadros con gran audacia y seguridad. Matisse dibuja con el color, que es el que da entidad a la pintura pudiendo desempeñar el papel de dibujo, de perspectiva y de sombra de volúmenes. En su obra hay alegría, serenidad, es un arte amable, apacible, es un camino hacia la profundidad de sí mismo.

Recibió un reconocimiento internacional durante su vida ganándose la aprobación de los críticos de arte y de los coleccionistas. Uno de los encargos más importantes fue La música y La danza, donde volumen y ritmo se conjugan armoniosamente. Usa tres colores para imprimir movimiento a los bailarines que parecen flotar con ritmo.

La verdadera liberación artística de Matisse, referida al uso del color como configurador de las formas y planos espaciales, se produjo bajo la influencia de Van Gogh y Gaugain. También adoptó la técnica puntillista de Signac, pero la modificó aplicando pinceladas más amplias. En La alegría de vivir (1905-1906) resume su aprendizaje inicial de los cuadros clásicos, de Gaugain, de las estampas japonesas y de los iconos persas y bizantinos. Será la obra clave de su carrera. Es una escena fruto de su imaginación, totalmente subjetiva. Utilizó el tema de las bañistas y las odaliscas orientales y las traspasa a un ambiente occidental. Definió los espacios mediante amplias áreas de colores sin matizar, estructurados por medio de las líneas de los cuerpos, que dirigen la vista del espectador y marcan el ritmo de la composición.

La construcción con el color y la simplificación formal dominaban sus cuadros con gran audacia y seguridad. Matisse dibuja con el color, que es el que da entidad a la pintura pudiendo desempeñar el papel de dibujo, de perspectiva y de sombra de volúmenes. En su obra hay alegría, serenidad, es un arte amable, apacible, es un camino hacia la profundidad de sí mismo.

Recibió un reconocimiento internacional durante su vida ganándose la aprobación de los críticos de arte y de los coleccionistas. Uno de los encargos más importantes fue La música y La danza, donde volumen y ritmo se conjugan armoniosamente. Usa tres colores para imprimir movimiento a los bailarines que parecen flotar con ritmo.

André Derain (1880-1954)

La mayor parte de su producción de época fauvista son personajes campestres y urbanos, como Puente en Londres (1906) y muestran colores puros, a menudo aplicados sobre el lienzo directamente con el tubo, pinceladas irregulares y despreocupación por la perspectiva o por la representación realista.

Hacia 1908 comienza a experimentar con otros estilos. La influencia de Cézanne le lleva a un colorido más sosegado y a un mayor control en sus composiciones. En Las bañistas (1908) intenta combinar las innovaciones de los pintores anteriores, como Monet y Cézanne. Le influyó el cubismo produciendo obras geométricas como El puente viejo de Cagnes y el primitivismo de la escultura africana. Sus últimas obras, posteriores a 1912 mostrarán cada vez más la influencia de estilos diversos.

Maurice de Vlaminck (1876-1958)

Es el autor de paisajes dramáticos que se inspiran directamente el colorido y la pincelada de Van Gogh. Sus obras fauvistas producen brillantes contrastes cromáticos, como es el caso de Árboles rojos (1906).

La aparición del Fauvismo en Francia en 1905 fue paralela al expresionismo alemán, particularmente a los pintores del grupo Die Brücke. Ambos movimientos marcaron la aparición de lo emocional frente al estudio calculado y teórico de la realidad.
Hacia 1908 comienza a deshacerse el grupo de los fauves, cada uno de sus componentes seguirán caminos divergentes. A partir de ese año, el cubismo asumió la vanguardia, a la que pronto se inclinarán Braque y Derain principalmente.

OBRAS DE LOS PRIMEROS FAUVISTAS
ANDRE DERAIN (El Puerto de Londres)
Hacia el ocaso del siglo XIX la pintura impresionista ya cumplía un par de décadas de mengua e importantes artistas del momento planteaban una revolución en la temática y las técnicas que daría lugar al Neo-Impresionismo, un movimiento que reacciona ante el mermado escenario pictórico impulsando nuevas vías de investigación que a su vez fundamentarían diversos movimientos, entre ellos, el Puntillismo, el Simbolismo, el Expresionismo y el Fauvismo, éste último, una propuesta que prometía un uso "salvaje" del color anteponiéndolo a la línea y el dibujo.
HENRY MATISSE: (La Raya Verde)
En el año de 1905, el Salón de Otoño de París reservó una de sus salas a las obras de un grupo de artistas encabezado por los franceses Henri Matisse, André Derain, Georges Rouault, y el holandés Maurice de Vlaminck quienes expusieron lienzos de un cromatismo agresivo que semejaban una explosión de luz y color. Tras asistir a la exposición, el crítico Louis Vauxcelles publica el artículo "Donatello entre las fieras", en el que haciendo referencia al manejo que hacen estos artistas del color los define de manera despectiva como unas verdaderas "fieras", en francés fauves, dando origen y nombre a un nuevo movimiento: Fauvismo.
RAOUL DUFY (La regata)
Agrupados en una nueva corriente los fauvistas no siguieron el común denominador de todo movimiento o propuesta artística; no redactaron un manifiesto, no establecieron reglas ni pautas que debieran de seguirse de manera celosa. La libertad era una premisa importante, sin directrices que la mermaran o condicionaran. Por ello, comparten el título de fauvistas artistas con propuestas de origen y caracteres tan disímiles. Mientras franceses como Matisse y Derain representan en sus obras una tranquila cotidianidad, la obra de su compatriota Rouault muestra un contenido ampliamente expresionista, lleno de drama, con un alto grado de cristiandad.

GEORGE ROUAULT (Tres Payasos)
Sin embargo, la ausencia de directrices en común más allá del amor por el color condenó al Fauvismo a una existencia efímera que no alcanzó mucho más que un par de años de vida, tomando los artistas rumbos hacia diversas propuestas y en algunos casos nuevas vanguardias, como fue el caso del francés Georges Braque, quien sentaría las bases del Cubismo junto al español Pablo Picasso.

Las obras fauvistas dejan de lado la representación de la realidad y dan paso a formas planas, sin perspectiva, que buscan transmitir la carga emotiva del autor exclusivamente mediante un uso del color, siendo los temas principales inocentes paisajes, vistas campestres y retratos. Claro ejemplo de esto son las obras de Matisse, principal representante de la corriente, cuyos cuadros llegan a semejarse a pinturas infantiles. Las obras del francés alcanza en plenitud el carácter decorativo atribuido al Fauvismo. "Me gustaría que el individuo cansado, agobiado, quebrado, encontrara paz y quietud en mis cuadros", señaló alguna vez Matisse, quien consideraba que la pintura debía despertar una experiencia sensorial placentera con la sola percepción del color, los cuales contaban con una belleza propia.
Además de "La raya verde", del pintor galo son reconocidas las obras "La ventana abierta", "Estudio rojo", "La dama azul" y un retrato de su esposa llamado "Mujer con sombrero", donde retrata a su esposa, son algunas de sus obras más significativas.

Por su parte, Raoul Dufy popularizó una técnica muy seguida por las demás "fieras" del color que consistía en invertir el orden tradicional en la ejecución pictórica. En un primer término, Dufy aplicaba el color al lienzo y luego se dedicaba a recrear las figuras que deseaba. Este método, que divorciaba el elemento color del objeto representado, pretendía conservar toda la fuerza expresiva del artista.
Maurice Vlaminck, Restaurante de la
Machine a Bougival.
El holandés Maurice de Vlaminck aportó al movimiento dramáticos paisajes inspirados en las obtras de Van Gogh. Sus obras, de temática paisajista exclusivamente, se caracterizaron por espesas pinceladas que recreaban obligados contrastes. Comúnmente, la obra de Vlaminck mostraba un camino o carretera en el centro de la composición, que, rompiendo la conducta de los fauvistas, respetaba los principios de perspectiva. Al igual que Matisse, Maurice Vlaminck se interesa por elementos del arte africano, tomando en cuenta que las manifestaciones primitivas no parten de la imitación.

Hacia 1908 el Fauvismo se disuelve, desapareciendo súbitamente del escenario artístico y tomando sus autores caminos en distintas direcciones, principalmente hacia el Expresionismo, que a pesar de no contar con un carácter ampliamente racionalista, como es el caso del Cubismo, devolvía a las formas una amplia importancia, contrariamente a los principios fauvistas.

El Fauvismo, supone una respuesta contraria al Impresionismo, favoreciendo al objeto y al color: como técnica, los Fauvistas, aplican el color directamente del pomo. sin alterarlo, dejando y exaltando la plenitud de la potencia cromática.

El color rompe sus vínculos de dependencia con el objeto, de tal manera que se pueden pintar perros o gatos verdes, modelos humanos azules, desde el pelo hasta los pies o árboles policromos.

Los Fauvistas dan a la línea una energía importante a partir de trazos gruesos y netos, con la finalidad de respetar al objeto y que no se pierda entre arbitrariedades coloristas.

En el Fauvismo, la luz tiende a desaparecer y obviamente, la profundidd también, creándose, consecuentemente, composiciones de planos únicos, ejemplo de lo mencionado, es la obra de Gauguin

Los pintores Fauvistas, se concentran de manera pasajera, entre 1905 y 1907, su inclinación predilecta es hacia las extensas manchas de color

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